Palermo y el Guille,
Batman y Sancho,
la trompeta y el saxo
de estos que justo justo justoy se merecen todo el oro,
yo y mi whiskey, Platero y yo
o sea la estela que forma la luna
cuando adopta un formato de amor o de silencio.
Mi whiskey, en tanto,
deambula entre hielos.
Yo lo dejo; es como
un perro mi whiskey,como Jerry corriendo por la orilla
de un psico––trópico: mi whiskey y yo,
la barca, la luna y el río.
A la tarde se me asusta como en fiestas
de petardos y lechón y gente fría. Jerry,
¡vuelva, hijo mío! No se asuste, le pongo la tele,
vamos mi guacho: hay perras en celo,
suba a la mano.
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